• Alimentación diaria: Proveer la dieta adecuada a los cerdos, que generalmente incluye piensos balanceados con nutrientes específicos para cada fase de su desarrollo (cerdos de cebo, reproductores, lechones).
• Suministro de agua: Verificar que los cerdos tengan acceso a agua limpia y abundante, ya que los cerdos consumen grandes cantidades de agua.
• Control de raciones: Ajustar las raciones de acuerdo con el peso y la fase de crecimiento del cerdo (pueden cambiar según la edad, el sexo o el tipo de producción).
• Limpieza de los corrales: Los cerdos requieren un ambiente limpio y seco para prevenir infecciones, por lo que es fundamental limpiar y desinfectar los corrales, cubículos y bebederos de forma diaria.
• Reparación de cercas y pabellones: Asegurar que las instalaciones (incluidos los cercos y las naves) estén en buen estado para evitar que los animales escapen o que sufran accidentes.
• Manejo de estiércol: El estiércol debe ser retirado periódicamente para evitar la acumulación que puede causar infecciones o malos olores. En algunas explotaciones, el estiércol se utiliza como fertilizante.
• Tareas relacionadas con el puesto.

Conocer las prácticas básicas para alimentar, cuidar y manejar los cerdos es esencial. La experiencia directa en el sector porcino (incluso como aprendiz o voluntario) puede ser muy útil.